12/17/2010

Desde hoy escribir guion y truhan con tilde es cometer una falta de ortografía

Guion ya no llevan tilde. Ni truhan. Y como ellos, todos los monosílabos con diptongo ortográfico. En el adverbio sólo se recomienda no utilizarla, pero no se considera falta de ortografía si le ponemos tilde. Otra letra que pierde su acento desde ya es la o que separa números. Lo que se deberán juntar es la palabra exnovio o exministro.
La nueva edición de la Ortografía, elaborada por las veintidós Academias de la Lengua Española durante ocho años, es "más científica, coherente y exhaustiva" que la de 1999, según sus autores, y nace con la vocación de ser una "Ortografía para todos" y de servir "a la unidad" del idioma.
Esta edición, presentada hoy en Madrid en la sede de la Real Academia Española (RAE) con la asistencia de académicos de varios países, no reforma las reglas de siempre, "muy consolidadas", pero sí contiene algunos cambios que en unas ocasiones se dejan en "recomendaciones", pero en otras cobran categoría de norma.
Así, a partir de ahora, quienes escriban "guion" y truhan" con tilde cometerán falta de ortografía, pero, si lo desean, podrán ponerle acento gráfico al adverbio "solo" y a los pronombres demostrativos.
También desaparece la tilde en la conjunción disyuntiva "o" entre números, es decir, se escribirá "20 o 30 niños".
Algunas de las innovaciones que contiene esta edición se hicieron públicas a principios de noviembre y causaron una gran polémica, entre ellas la decisión de unificar los nombres de las letras del alfabeto y querer llamar "ye" a la "i griega"; "be" a la "be larga", "be alta, "be grande", y "uve" a la "ve corta", "ve chica" o "chiquita", "ve pequeña".
Pero, en la redacción final de la Ortografía, esa propuesta ha quedado en una mera "recomendación", que "no implica interferencia en la libertad que tiene cada hablante o cada país de seguir aplicando a las letras los términos que venía usando, algunos de ellos (como la "i griega") con larga tradición de siglos".
La "ch" y la "ll" se consideran dígrafos y desaparecen oficialmente como letras del alfabeto, una categoría que tenían desde el siglo XIX. Aunque en realidad "su muerte" ya se anunció en la edición del Diccionario académico de 2001, donde no figuraban como tales letras por separado.
Polémica fue también la propuesta de suprimir de forma definitiva la tilde del adverbio "solo" y de los pronombres demostrativos. Los académicos siguen creyendo que no es necesario hacerlo, pero no lo dicen de manera tajante sino con un "a partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de doble interpretación", porque "las posibles ambigüedades son resueltas casi siempre por el propio contexto comunicativo".
Sin embargo, los que sí pierden definitivamente el acento gráfico son los monosílabos con diptongo ortográfico, del tipo de "guion", "truhan", "Sion", "Ruan", "hui" o "riais", aunque haya zonas, como sucede en España, donde se pronuncian con hiato y se perciban como bisílabos. La nueva Ortografía afirma sin rodeos que estas palabras "se escribirán siempre sin tilde".
Novedad es también que, a partir de ahora, haya que escribir "exnovio", "exministro", "exgeneral". Pero el prefijo "ex" irá separado si la base léxica que le sigue está formada por más de una palabra, como sucede en "ex capitán general".
Para "preservar la coherencia y simplicidad del sistema ortográfico", la nueva Ortografía "recomienda" eliminar la letra "q" cuando equivale al fonema "k", y, por tanto, lo conveniente será escribir "cuórum", "cuásar", "Irak" y "Catar".
Hoy a la venta
La presentación a la prensa de esta gran obra de referencia, que hoy Espasa pone a la venta en España y la próxima semana en Hispanoamérica, con una tirada inicial de 85.000 ejemplares, fue orquestada por el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, en uno de sus últimos actos públicos como máximo responsable.
Además de García de la Concha, intervinieron el director de la Academia Mexicana de la Lengua, José Moreno de Alba; el de la chilena, Alfredo Matus; el de la norteamericana, Gerardo Piña; el coordinador de la Ortografía, Salvador Gutiérrez, y la directora general de Espasa, Ana Rosa Semprún, entre otros.
García de la Concha recordó que la Ortografía de la RAE se declaró oficial en 1844 y luego la fueron adoptando los diferentes países hispanoamericanos. El último en hacerlo fue Chile, en 1927. "Eso supuso un triunfo decisivo para la unidad de la lengua española", porque donde más se manifiesta "esa unidad es en la ortografía".
Salvador Gutiérrez destacó que esta edición explica el porqué de todos los principios y reglas que se aplican, "es mucho más exhaustiva" que la de 1999 y "no es difícil de leer", porque "se han evitado los tecnicismos".
Alfredo Matus aseguró que "estamos en presencia de algo importante, que nos entraña como seres humanos", y José Moreno de Alba dijo que la nueva Ortografía trata de "resolver las dudas" que se le presentan a cualquier hispanohablante. "Deja menos lugar a la interpretación".



12/16/2010

Confirman cura del primer paciente con sida tras recibir trasplante de células madre

Timothy Ray Brown recibió tratamiento en Alemania que pretendía sanarlo tanto de leucemia como del virus

 

 

Científicos confirmaron sobre el primer paciente en el mundo que sanó de sida, luego de que recibiera un tratamiento que pretendía mejorarlo tanto de leucemia como del virus.

Timothy Ray Brown recibió en 2007 un trasplante de células madre CD4 que no poseen receptores CCR5 necesarias para la propagación del VIH en el organismo, las cuales están presente sólo en el 1% de la población caucásica en el noroeste de Europa. Tras buscar entre 80 personas pertenecientes a ese segmento, los doctores que trataban al sujeto dieron con el donante ideal.

Luego del trasplante, esas células se propagaron por el cuerpo de Timothy Ray Brown, mientras que las que lo tenían enfermo desaparecían por completo, según confirman científicos a la revista especializada Blood.

"De estos resultados, es razonable concluir que la cura para la infección del VIH ha sido alcanzada en este paciente", señalan los investigadores a la publicación.


12/15/2010

Haití en los tiempos del cólera


El país que albergó el primer fortín de Cristóbal Colón: Haití, se ha visto embestido, desde mediados de octubre, por una epidemia de cólera. Y todos los pronósticos indican que “La Navidad”, también nombre de aquella emblemática edificación construida por los españoles, será celebrada en medio de un balance devastador, puesto que desde ya las cifras de muertos por la enfermedad superan más del 10% de los aproximadamente dos mil ,ultimados por el terremoto de enero. 
El mal del cólera data del siglo XIX, cuando acechó a los continentes europeos y americanos, llegado desde la India. Hoy, el mundo occidental apenas si había tenido noticias de éste, desde la última centuria; empero, África, Asia y Latinoamérica no han podido erradicarlo, dadas las malas condiciones de salubridad, distribución espacial y pobreza crítica que enfrentan dichas regiones.  

Los indicios claves  
Menos de medio día puede ser suficiente para que un ser humano pierda la vida a causa del cólera. Diarrea y vómito son las principales alertas que arroja el microorganismo en medio de una epidemia. La vibrio cholerae es la bacteria que se aloja en los intestinos y produce la infección crónica.   
El agua, puede ser la panacea bendita o la mortal asesina, puesto que conforma, junto con los alimentos y heces contaminados, el principal vector de contagio; y al mismo tiempo, contribuye durante el proceso de curación, combatiendo la deshidratación causada por los síntomas de la enfermedad agravada. Incluso, el germen patógeno del cólera puede llegar a sobrevivir hasta en ríos y aguas de costa.
En tanto, el contacto casual no representa riesgos de infección. Y cuando la condición del paciente se hace crónica, deben reponerse las sales y líquidos por vía intravenosa.

El origen
Artibonite y Mirebalais son regiones al norte de Haití, desde donde, hasta ahora, se cree que pudo haberse originado la epidemia, de acuerdo con los datos suministrados por la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU y UNICEF. Además, la salud susceptible y sanidad vulnerable de los haitianos acelera la propagación descontrolada del cólera.
Saint Marc y Gonaives, las principales ciudades de Artibonite, se han visto estigmatizadas por el desabastecimiento de agua desde hace más de una década; además en el transcurso de este tiempo, resultaron afectadas por inundaciones en el 2004 y huracanes en el 2008. Además, albergaron a más de 300 mil personas refugiadas luego del terremoto de inicios del año.     
Sucede que las aguas del río que atraviesan estas zonas, se habrían contaminado con las heces de los soldados nepaleses que llegaron con la misión estabilizadora de la ONU, la Minustah.  
La suposición se sustenta en que la base de éstos ‘cascos azules’ está ubicada muy cerca al sitio en el que se detectaron los primeros casos de cólera. Asimismo, gracias al artículo The Origin of the Haitian Cholera Outbreak Strain (http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1012928), publicado el pasado 9 de diciembre en The New England Journal of Medicine, se sabe que las cepas del cólera que acecha a Haití están directamente relacionadas con las que sobreviven en el sur del continente asiático.  
Asegura el ministro de salud de la nación afectada, Alex Larsen, que se trata de la cepa “01”. Por otro lado, se presume que sea Bangladesh, el punto geográfico más exacto del origen de la bacteria asociada, a pesar de que arribó a la nación haitiana mediante África, según devela la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y el Instituto de Biociencia del Pacífico de California.   

Proyecciones
En Nepal, el cólera es una enfermedad endémica, y según Claire Chaignat, directora del programa especial de cólera por la OMS, las precarias condiciones sanitarias lograrán lo mismo en Haití. Este país no conocía este mal desde hace más de un siglo.
Para la organización Médicos Sin Fronteras: "El aislamiento de los casos sospechosos, la promoción de la higiene mediante la educación y la distribución de jabón, así como la distribución de agua potable, son elementos clave para frenar la propagación del cólera".
Cada día crece el número de Centros de Tratamiento del cólera en Haití, y dentro de las últimas estrategias de ayuda internacional, figura la dotación de camas especiales para el cólera, lo que facilita la atención médica, y por ende el control sanitario de los factores de infección.
En tanto, el vicedirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jon Andrus, se mantiene conciente de que el cólera podría llegar a afectar “hasta 200 mil personas en los próximos tres meses”. Mientras tanto, la cifra de afectados suma más de 100 mil. Sin embargo, Eric Laroche, director general adjunto para acciones en crisis de la Organización Mundial de la Salud, apunta que a pesar del crecimiento sostenido de los casos, la tasa de mortalidad ha descendido del 9 al 3, 5%, otras fuentes la sitúan más recientemente en 2,2% del total de contagiados.

Para mayor información, vea 
Haití, días de cólera, un reportaje de Radio Televisión Española. 
 

Cólera, la enfermedad social

Un documental producido en el marco de la epidemia del cólera en Angola, durante el año 2007. Definen su significado, causas y mecanismos de prevención, por medio estrategias narrativas y dramáticas focalizadas didácticamente.

12/12/2010

¿Qué es la Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología? Algunos apuntes teóricos

La humanidad precisa conocer la ciencia para otorgar verdadero sentido social a sus producciones. 
 Imagen tomada de http://www.flickr.com/photos/nopiedra/2478482398/

Desde la perspectiva de Manuel Calvo Hernando, el padre del Periodismo Científico iberoamericano, la Comunicación Científica Pública,
…abarca un conjunto de actividades de comunicación que tienen contenidos científicos divulgadores y destinados al público no especialista, sin limitarse a los medios informativos. La CCP utiliza técnicas de la publicidad, el espectáculo, las relaciones públicas, la divulgación tradicional, el periodismo, la enseñanza y otras. En cambio, excluye de su campo, como es lógico, la comunicación entre especialistas y la enseñanza. (Calvo, 1997, 23).
Casi una década después, expone la siguiente definición para la misma categoría, así dice:
Por CPCT se entiende hoy cualquier sistema susceptible de ser vehículo de comunicación científica para la gente común. La comunicación pública de la ciencia se propone provocar una apropiación cultural de contenidos científicos. Cada país, cada cultura, tiene que desarrollar sus propias vías y modos de acción cultural específica, aunque pueda inspirarse en lo hecho fuera. (Calvo, 2006, 38).
 En este orden de ideas, vale pensar en la bidireccionalidad -y quizás hasta multidireccionalidad- del acto comunicativo per se, que  busca efectividad en la Comprensión Pública de la Ciencia, cuyos “programas y políticas” rescata Calvo (2006, 58), de las conclusiones del coloquio internacional “Quand la science se fair culture” celebrado en Montreal en el año 1994. Pervive en esta idea, la priorización del comportamiento del receptor comunicativo, su reacción, interiorización y adopción de la información divulgada. En la misma reunión se develó una preocupación de naturaleza eminentemente cultural, frente a la que se actúa con la intención de divulgar el potencial científico y tecnológico del continente europeo a la par de arreciar valores de identidad nacional.   
En la V Conferencia de la Red de Comunicación Pública sobre Ciencia y Tecnología, celebrada en Alemania en 1998, se dijo:
Aunque nos parece suponer lo contrario, los periodistas científicos sabemos muy poco de nuestros públicos y abrigamos muchas ideas falsas sobre ellos, especialmente sobre su capacidad de comprensión de la ciencia y sobre la amplitud de sus intereses, (…) parece imponerse el diseño de un proyecto de gran envergadura, que tenga en cuenta todos los elementos de la cadena de divulgación: científicos, educadores, comunicadores, medios informativos, instrumentos y sistemas de comunicación científica pública. Y todo ello con un objetivo: reducir la distancia entre los creadores del conocimiento y el público usuario de tal conocimiento. (Calvo, 1999).
Pierre Fayard establece en su Punto de vista estratégico sobre la Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología publicado en el 2003, un abanico de componentes sobre su propio objeto histórico-político, permitiendo entender las interfaces capaces de generarse, gracias a los roces de contacto, entre el conocimiento científico y el público en general. Así dice:
En primer lugar, el político. Dado que la producción del conocimiento especializado (esto es, científico) requiere una organización específica (lenguaje, instituciones, formas de verificación...) que aísla el mundo de la producción científica de la comunidad como un todo, el (sic) PCST pretende reconstruir la comunidad recreando enlaces entre la ciencia y la sociedad. El segundo componente es cognitivo. En lugar de compartir conocimiento especializado, las adaptaciones que usan herramientas y mecanismos de comunicación están preparadas para llegar a las personas no especializadas de forma que las comprendan. El tercero podría llamarse creativo y lucha por estimular la inteligencia y capacidad de las audiencias no especializadas, permitiendo que usen y adapten también este conocimiento a su vida cotidiana. (Fayard, 2003).
Desde tales puntos de vista, resulta imperiosa la necesidad, por parte del público lego en general, de interiorizar nociones básicas del mundo científico -y la consecuente familiarización con sus dinámicas y evoluciones, las cuales, de manera directa o indirecta, afectan su vulnerable condición humana-.
Bien lo afirma el periodista español Ángel Rubio, en su artículo Periodismo y divulgación científica: especialización vs. espectáculo: “Para lograr una comunicación científica eficaz es necesario primero eliminar la distancia que separa el conocimiento científico del saber común (…). El periodista científico ha de conseguir establecer esa relación entre una realidad desconocida –el saber científico, y otra conocida –la experiencia cotidiana del gran público”. (Rubio, 2002, 11-13).
Asimismo, atender a estas premisas implica invaluables esfuerzos llegados desde la comprensión del significado holístico de la macroestructura de la Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología. Verbigracia: 
El Instituto de Investigación e Información Geocientífica, Mineroambiental y Nuclear de Colombia, Ingeominas, convocó una rueda de prensa en septiembre de 1985. Los expertos discutieron sobre la actividad que presentaba en su interior el volcán Arenas, en la misma montaña donde surge imponente el Nevado del Ruiz. Asistieron pocos periodistas. Al día siguiente, sólo un medio de comunicación relató, en una página escondida, algo de lo que allí se dijo. A las pocas semanas, la noche del 13 de noviembre, el calor del volcán derritió la nieve provocando el desbordamiento de los ríos, que arrasaron con todo lo que encontraron a su paso. La avalancha llegó con toda su fuerza a una población de algo más de 40 000 habitantes, cubriéndola por completo. Era medianoche y fueron pocos los que tuvieron tiempo de refugiarse a mayor altura. Más de 20 000 personas murieron (el 65 % de las muertes ocasionadas ese año por desastres de la naturaleza). Otros 20 000 resultaron heridos. Los titulares de muchos medios nacionales e internacionales narraron el drama. ¿Cómo pudo pasar?, preguntaron los periodistas. «Nosotros lo advertimos», respondieron los investigadores de Ingeominas. (Fog, 2004, 36).
De tal manera, estrechar los espacios cognoscitivos de separación entre las brechas impuestas por la ciudadanía, los agentes de decisión, los científicos y los periodistas, incluso, todos aquellos actores involucrados en la trama del periodismo, ergo divulgación, así Comunicación, resulta una ardua tarea que compete al desarrollo de la Comprensión Pública de la Ciencia, por los caminos entretenidos, formativos e informativos, con mediadores tan idóneos como los periodistas científicos, por ejemplo. 
Ya lo advierte Alberto Arruti: “la divulgación de la ciencia presenta dos aspectos diferenciados: uno pedagógico y otro informativo”. (Arruti, 1999, 23). El primero con amplísimos escenarios y herramientas educativas dirigidas a contextualizar la cultura científica ciudadana, y el otro con la clara meta de otorgarle valor agregado a los criterios colectivos. 
En fin, “la Comunicación Científica Pública comprende acontecimientos de cualquier tipo que tengan como consecuencia la difusión de la cultura científica”. (Calvo, 2005, 31).
La Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), considera indispensable que el hombre incursione dentro de las sendas de la cultura científica, fundamentándose en necesidades como las siguientes:
·         Familiarizarse con el mundo natural y reconocer su diversidad y unidad.
·         Entender los conceptos fundamentales y los principios científicos.
·         Tener en cuenta que la ciencia, las matemáticas y la tecnología son empresas humanas, lo que implica seguridades y limitaciones.
·         Adquirir la capacidad de pensar según lo exige el rigor científico.
·         Utilizar el conocimiento científico con propósitos individuales y sociales. (Calvo, 1997, 19).
         Sin dejar de incluir la Cultura Tecnológica, que “…si bien en Venezuela se ha generado poco a poco (…) en el aparato productivo, tanto público como privado, que entiende la tecnología como un medio para lograr una mayor competitividad y productividad, todavía subsisten las trabas y complejos que nos han impedido avanzar a la velocidad deseable”. (Moreno, 1994, 58-59).
Fuentes consultadas (según orden de aparición)
-Calvo Hernando, Manuel. (1997). Manual de Periodismo Científico. España: Bosch.
-Calvo Hernando, Manuel. (2006). Arte y ciencia de divulgar el conocimiento. Ecuador: Ciespal.
-Calvo Hernando, Manuel. (1999). El nuevo periodismo de la ciencia. Ciespal.
-Fayard, Pierre. (2003). Punto de vista estratégico sobre la comunicación pública de la ciencia y la tecnología. Quark: Ciencia, medicina, comunicación y cultura. Núm. 28-29. 
-Rubio, Ángel. (2002). Periodismo y divulgación científica: especialización vs. espectáculo. En www.ucm.es/info/hcs/angel/articulos/periodismocientifico.pdf Consultado el 10 de junio de 2009.
-Fog, Lisbeth. (2004). Comunicación de la ciencia e inclusión social. En dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=930250 Consultado el 28 de junio de 2009.
-Arruti, Alberto. (1999). Medios audiovisuales y divulgación de la ciencia. Chasqui. Ciespal. Quito, tercer trimestre. Núm. 66. Pág. 23-26. 
-Calvo Hernando, Manuel. (2005). Periodismo científico y divulgación de la ciencia. España: Acta. 
-Moreno, Luis. (1994). Desarrollo latinoamericano y periodismo científico. En Periodismo científico. Materiales de opinión. (Moreno, Luis, Comp.) Caracas: Lagoven y Circulo de Periodismo Científico de Venezuela.